Artista visual
*1994, vive y trabaja en Frankfurt. Ya a la edad de 14 años Sara Nabil mostró sus obras en la muestra “Make Art not War”, la primera exposición para mujeres artistas en Kabul, que más tarde también se trasladó a Alemania. En su país natal, la artista se puso en peligro mortal con su arte y tuvo que huir. Sara Nabil se ve a sí misma como una artista política: “El arte es mi arma para que pueda lograr libertad, paz e igualdad.” Por lo tanto, en su obra analiza los mecanismos detrás de las estructuras de poder y violencia y sus posibles consecuencias, el rol de la mujer en su país natal, Afganistán, y sus propias experiencias como mujer refugiada en Alemania, entre otros temas. En 2017, una de las obras de Sara Nabil fue adquirida por la colección de arte contemporáneo del Parlamento alemán.
Obra en REBELDES:
51
La obra de Sara Nabil muestra 51 gritos. El número hace referencia al porcentaje femenino de la población en Afganistán. La desesperación individual se encuentra en la experiencia de la desesperación colectiva, evidenciando la violencia infligida a las mujeres por las ideologías fundamentalistas y las guerras en todo el mundo, a través de las vivencias en Afganistán. En el país de origen de la artista, las mujeres han sufrido la represión durante décadas. Aun cuando su situación mejoró a partir del 2001, 20 años después los talibanes han vuelto a tomar el poder, generando un retroceso en sus derechos y haciéndolas sufrir las consecuencias.